El cáncer urotelial de vejiga empieza en el revestimiento de los órganos del sistema urinario (pelvis renal, vejiga, uréteres y uretra). Surge cuando las células de la capa interna de la vejiga comienzan a crecer de manera descontrolada, formando tumores que pueden propagarse a otras áreas del cuerpo. Algunas cifras ayudan a dimensionar el impacto de esta enfermedad: De acuerdo con cifras del Observatorio Global de Cáncer (Globocan), tiene una incidencia de casi 600.000 nuevos casos y más de 200.000 muertes anuales. En Argentina, la incidencia es de casi 3800 nuevos casos al año, con mayor frecuencia en hombres que en mujeres (3,6:1), especialmente en personas adultas, y siendo 73 años la edad promedio de diagnóstico en nuestro país.
El tabaquismo no es la única causa, pero sí una de las más significativas dado que triplica las chances de contraer cáncer de vejiga tanto en fumadores como en exfumadores, sumado a otros factores. Los síntomas más frecuentes son cambios en los hábitos urinarios o signos de irritación como sangre en orina (visible o en análisis de laboratorio), dolor o ardor al orinar, dolor de espalda y/o abdomen bajo, fatiga, hinchazón en los pies, dolor de huesos y descenso de peso.
“Debido muchas veces al diagnóstico tardío y a su rápida progresión a un estadio más avanzado, es fundamental generar conciencia sobre estos signos de alerta, educar acerca de hábitos saludables, impulsar el trabajo de equipos interdisciplinarios, promover un diagnóstico lo más temprano posible y la consulta médica con especialistas para conocer los tratamientos adecuados de acuerdo a cada caso”, señala el doctor Federico Losco, oncólogo, miembro de la Unidad de Tumores genitourinarios del Instituto Alexander Fleming.
En 2020, en Argentina se diagnosticaron 10 nuevos casos de cáncer de vejiga por día
Si bien las opciones de tratamiento para el cáncer urotelial son limitadas especialmente en los casos de enfermedad avanzada, la investigación clínica aporta innovaciones en materia de mecanismos de acción y opciones combinadas inéditas hasta ahora. En Argentina se encuentra recientemente aprobada por Anmat y disponible en el país una combinación de drogas para iniciar el tratamiento de esta patología en pacientes adultos con cáncer urotelial. Se trata de la combinación de enfortumab vedotin + pembrolizumab para el tratamiento inicial del cáncer de vejiga metastásico o localmente avanzado.
¿Por qué es innovadora esta combinación? Porque integra por primera vez enfortumab vedotin (que pertenece al grupo de los anticuerpos monoclonales conjugados con droga, es decir, un anticuerpo dirigido a la célula tumoral combinado con una quimioterapia que se descarga al ingresar a la célula tumoral, llevando a la misma a la muerte celular) con pembrolizumab, inmunoterapia oncológica que trabaja potenciando el sistema inmunológico, es de amplia trayectoria, seguridad y eficacia para tratar diferentes tipos de cáncer. “El tratamiento combinado aporta innovación, seguridad y resultados alentadores en sobrevida global, sobrevida libre de progresión y altas tasas de respuesta tumoral duraderas, lo que representa un cambio de paradigma acerca de cómo tratar el cáncer avanzado de vejiga en primera línea”, agrega el Dr. Losco.
Tabaquismo y otros factores de riesgo
Aunque en la mayoría de los casos la causa es desconocida, hay evidencia del tabaquismo como una de las principales causas del cáncer de vejiga, responsable de cerca del 50% de los casos diagnosticados. Se estima que el 24,5% de los adultos argentinos fuma, de acuerdo con datos de la OMS relevados en 2020. El hábito de fumar no solamente afecta el sistema respiratorio a través del humo, sino que también intervienen múltiples productos carcinógenos que son absorbidos por el cuerpo y eliminados a través de la orina. En ese proceso, pueden dañar seriamente las células que revisten las paredes de la vía urinaria.
Otros factores que podrían ser causas del desarrollo del cáncer de vejiga son el factor hereditario (en casos de familiares de primer grado de aquellas personas que ya han sido diagnosticados con esta enfermedad, especialmente si la detección se realiza antes de los 60 años); la infección del virus del papiloma humano (HPV), y también contraer esquistosomiasis, una enfermedad producida por parásitos frecuente en poblaciones rurales de América Latina y África.
A pesar de no ser tan frecuentes, otros factores de riesgo pueden ser la exposición a determinadas sustancias químicas (algunas pinturas o solventes de uso en imprentas, peluquerías, industria textil o del cuero) y a la radiación, como así también la ingesta prolongada de agua que contiene arsénico.
Más allá del diagnóstico
Vivir con cáncer de vejiga es un desafío profundo que impacta múltiples aspectos de la vida de una persona. El diagnóstico suele ser un punto de inflexión, ya que el cáncer afecta no solo al cuerpo, sino también a la mente y a las emociones. Por eso es muy importante identificar esas emociones y acompañar a los pacientes en este proceso.
- Atención a las emociones: el cáncer de vejiga cambia la vida de manera profunda, llevando a las personas a replantearse sus prioridades y a buscar nuevas formas de cuidar su bienestar físico y emocional.
- No transitar el tratamiento en soledad: Algunas personas necesitan tiempo para entender la situación y la forma en que se expresan puede incluir una variedad de emociones y sentimientos
- Comunicación fluida con el médico para entender mejor el tratamiento, mecanismos de acción y efectos de la medicación. Esto no solo mejora la adherencia al tratamiento, sino que también proporciona tranquilidad y confianza durante el proceso.
Cifras que requieren atención:
- El 2,9% de todos los cánceres en Argentina son cáncer de vejiga.
- En 2020, en Argentina se diagnosticaron 10 nuevos casos de cáncer de vejiga por día. Los hombres tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de vejiga que las mujeres. Se estima que la proporción de hombres a mujeres en Argentina es de 3,6 a 1.
- En el 90% de los casos de cáncer de vejiga, los pacientes superan los 55 años de edad. Por su parte, la edad promedio de los hombres afectados es de 73 años.
- Para los pacientes con cáncer de vejiga la tasa de supervivencia a 5 años es del 77% y solo del 5% para los que tienen una enfermedad metastásica.
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