Salud

Jugar, la mejor manera de nutrir el alma

En el barrio porteño de La Boca, a metros del estadio del Club Atlético Boca Juniors, un grupo de niños y adolescentes de bajos recursos pasan sus tardes de verano realizando diversas actividades recreativas, especialmente organizadas por el equipo de la Fundación SOS Infantil.

Autor: RSalud 29 marzo, 2017

En el barrio porteño de La Boca, a metros del estadio del Club Atlético Boca Juniors, un grupo de niños y adolescentes de bajos recursos pasan sus tardes de verano realizando diversas actividades recreativas, especialmente organizadas por el equipo de la Fundación SOS Infantil.

Fundación SOS Infantil es una asociación sin fines de lucro dedicada a promover los derechos de niños, niñas y adolescentes de escasos recursos, con una característica especifica: la de motivar el derecho al juego y a la recreación. “Nuestra misión es ayudar a los niños en circunstancias de vulnerabilidad o fundamentalmente difíciles. Decimos que son desangelados”, comentó a RSALUD María Schwelm, Presidente de SOS Infantil.

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Formada por 450 chicos de 5 a 16 años, la Fundación trabaja activamente en la organización de talleres y acciones educativas ideadas desde una base lúdica, que apunta a que los niños puedan distenderse y pensar más allá de las condiciones poco favorables que en oportunidades deben afrontar. “Algunos van al taller de cine; otros van al de arte. También van a la murga o a nuestras actividades de fútbol y recreación pre deportiva. Lo hacemos en Boca, adentro del club, los 365 días del año, ya que estos chicos no tienen vacaciones. La idea es que desplieguen el alma”, asegura Schwelm, quien además de encabezar a la organización fue una de sus fundadoras y cuenta con una Maestría en Planificación y Gestión de Políticas y Programas Sociales.

Se organizan  talleres y acciones educativas desde una base lúdica

Maria Schwelm, Presidente de SOS Infantil
Maria Schwelm, Presidente de SOS Infantil

La Fundación nació en 1989, en medio de la crisis hiperinflacionaria que atravesaba el país. En dicho contexto, un grupo de profesionales se unió con personas que trabajaban para mejorar la calidad de la atención de niños del Gran Buenos Aires. Diez años después, la Fundación entabló relación con el Club Atlético Boca Juniors, ya que en aquel momento buscaba fortalecer su vínculo con el barrio. De ese ensamble resultó la unión entre un club de fútbol con una institución ONG sin fines de lucro.

“Con esa alianza surge el proyecto de hacer trabajo social con La Boca entendiendo que, como territorio, en ese barrio y toda la zona Sur de Buenos Aires, se encuentra la mayor cantidad de situaciones de vulnerabilidad. Por eso fue muy bueno hacer actividades que tuvieran que ver con los niños, con la recreación, con la iniciación deportiva y con los talleres artísticos”, asegura la representante de SOS Infantil.


Cómo llegar a los chicos

Schwelm cuenta que en principio se realizó un trabajo de campo dentro del barrio, para detectar qué familias debían recibir soporte y, en especial, para consultar directamente con ellos lo que deseaban hacer: “Cuando uno se dedica a la niñez los proyectos deben ser multianuales y asociativos, dado que la infancia y la adolescencia son una etapa de la vida que dura por lo menos 13 años, y al estar en contacto con la vulnerabilidad y la pobreza, no se puede trabajar aisladamente”, dijo María.

sosTeniendo en cuenta esas condiciones salieron a los centros culturales del barrio. “Allí los chicos nos dijeron que básicamente lo que ellos querían era jugar. Viven en espacios reducidos, y es difícil que puedan jugar adentro de su casa”, recuerda la presidente de la fundación. Luego comenzaron con el proyecto de convertir a Boca en una “ludoteca”, en un espacio que llamaron “Y juegue Boca juegue”, ya que acorde a lo que comenta Schwelm “el juego enseña normas”. Además, “se aprenden nociones básicas de matemática y del lenguaje que también ayudan a los niños. Jugando vemos que también se va aprendiendo”, sostiene.

Los niños pasan por revisaciones médicas y controles gratuitos de salud

En referencia a las problemáticas o cuestiones que surgen en el día a día con los chicos, María expresa que se viven situaciones de paradoja: “por un lado, hay padres que no han accedido a algún puesto de trabajo (…) A veces están en sus casas, pero no participan, porque no tienen una cultura de trabajo ni de progreso incorporada. Por otro lado, hay gente que por oposición a esos padres tienen dos o tres trabajos para sostener su nivel de vida, lo que los hace sobreocupados.

gddEntonces, ante cualquiera de estas circunstancias, el factor en común que observamos es el abandono, hay mucha niñez y adolescencia abandonada. Por el sobre trabajo de algunos padres para poder mantener a sus hijos, o por aquellas personas que de alguna manera se han salido del circuito social que les permitiría ver cierto parámetro de progreso. Y en ocasiones, esto va de la mano con escenas de violencia”.

En este sentido, la fundadora de SOS Infantil cuenta que entrar al club hace que los niños puedan olvidar y pertenecer. “Boca, al abrir sus puertas, genera que estos chicos se sientan parte de un conjunto que los contiene y pone pausa a la violencia y a la marginación”.


Involucrarse con la salud y el medio ambiente

En cuanto al cuidado de la salud y el medio ambiente, la Fundación SOS Infantil se involucra de diferentes formas: “En el verano hacemos las revisaciones médicas en el departamento de salud de Boca para que los chicos puedan entrar a la pileta, y en algunos casos vemos que la revisación es un acercamiento de los chicos a la salud, pero en forma lúdica.

Se inculcan nuevos hábitos de reciclaje y separación de residuos

Además, en octubre difundimos en toda nuestra comunidad los controles gratuitos que realiza LALCEC con su dispositivo móvil, donde invitan a las mujeres a ver el tema del control ginecológico y de la vacuna del HPV”, indica la presidente de la entidad.

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En cuanto a las tareas medioambientales, María comenta que desde la organización intentan inculcar nuevos hábitos de reciclaje y separación de residuos. “Hay mucho por trabajar en estas comunidades porque el espacio es muy pequeño en esas casas, hay mucha economía de pequeños materiales y tienen pocas cosas, pero una vez al año les damos a las familias dos recipientes donde pudieran hacer una separación de residuos en el hogar. Cuando trabajas con sectores urbanos marginales se debe pensar en que no tienen condiciones materiales y eso hay que acompañarlo con la educación”, asegura.

Incluso los chicos de Fundación SOS Infantil llevan adelante junto al Museo Quinquela Martín de La Boca la recolección de botellas de plástico en el barrio, las cuales reutilizan para armar cestos de basura y otros elementos, de cara a colaborar con el saneamiento del riachuelo, característico de esa zona.

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