Salud

Linfoma: El 70% de los pacientes puede alcanzar la sobrevida gracias a un diagnóstico temprano

Se trata de la forma más común de cáncer de sangre, que junto a la leucemia y el mieloma, representa uno de los tipos más graves. Conocer los síntomas de esta enfermedad puede generar un cambio radical en la calidad y esperanza de vida de los pacientes.

Autor: RSalud 12 octubre, 2018

Cada 15 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Linfoma, en busca de concientizar a la sociedad sobre este tipo de cáncer poco conocido, que va en aumento en todo el mundo. Sus síntomas son similares a otras enfermedades y, en consecuencia, se demora su diagnóstico. Sin embargo, los que se detectan en un estadio temprano, tienen 70% de probabilidad de supervivencia.

Los linfomas son un tipo de enfermedad que afecta directamente a las células del sistema inmune: los linfocitos. En general, se produce por un fallo de los glóbulos blancos de la sangre, que funcionan como una barrera contra las infecciones. Esta alteración provoca la creación de una célula anormal que se convierte en cancerosa y se presenta principalmente en los ganglios, el bazo, y el hígado, donde habita la mayor parte del tejido y líquido linfático. De manera menos habitual, o bien ya avanzada la enfermedad, se expanden hacia el resto del organismo y pueden invadir órganos específicos.

En Argentina, los linfomas representan el 4% de la incidencia de todos los cánceres. “Es el primer cáncer con incidencia en jóvenes, la tercera causa de muerte por cáncer en niños y el tercer tipo de cáncer más frecuente en menores de 15 años”, asegura Haydée González, presidente de la Asociación Linfomas Argentina. Por ese motivo, aportar información, difundir los síntomas y estimular la consulta con médicos especialistas resulta vital para ambos sexos y todas las edades. La sintomatología es variada e impacta tanto en la parte física como la emocional: pérdida de cabello (43%), fatiga y náuseas (35%); hasta depresión y pérdida de autoestima (21%). Mario Bruno, presidente de la Sociedad Argentina de Cancerología (SAC) y miembro del Consejo Académico de la Fundación de Estudios para la Salud y la Seguridad Social (FESS), explica que el primer síntoma específico suele ser la aparición de un bulto en el cuello, ingle o axilas, junto a fiebre o prurito inexplicable. Aunque parecen indicios alarmantes, en un sondeo global organizado por la Red Mundial de Grupos de Pacientes con Linfoma, se reveló que apenas 1 de cada 5 pacientes había sospechado de la enfermedad antes del diagnóstico.

Categorías

Existen dos grandes categorías de linfomas: linfoma de Hodgkin y linfoma no-Hodgkin (LNH). Según el doctor Bruno, “la clasificación es bastante antigua pero sigue vigente. Dentro de cada uno se dispusieron variantes desde el punto de vista celular y la reacción inmunológica, entre otros, destacando 4 o 5 tipos distintos”. Para el linfoma de Hodgkin, se estiman alrededor de 600 casos nuevos por año; mientras que para los No-Hodgkin el número de casos alcanza los 3100, afectando a 4 de 5 pacientes.

¿Cómo tratarlo?

En cuanto a la prevención y tratamiento, el miembro de FESS explica que: “Lamentablemente no existe una forma de prevenir la aparición de un linfoma, ya que es una enfermedad multicausal”. Sin embargo, recomienda consultar inmediatamente si el paciente registra una masa ganglionar: “el tratamiento resulta más sencillo y eficaz con un diagnóstico temprano, ya que cuanto más avanzado el linfoma, más complejos resultan los métodos. Las opciones se han modernizado mucho, pudiendo combinar quimioterápicos con remedios biológicos que bloquean específicamente una zona determinada de la evolución del tumor. El enfoque es sistémico tanto por vía intravenosa, oral y hasta subcutánea”, afirma el destacado oncólogo.

El tipo de linfoma, el estadío en el que se diagnostica y la salud general del paciente, son elementos decisivos a la hora de definir un tratamiento. La quimioterapia es la alternativa más reconocida para destruir las células cancerosas, donde se les inhibe la capacidad para crecer y dividirse. Como complemento puede sumarse la radioterapia, en la cual se utilizan rayos X para destruir células ubicadas en un punto específico del organismo. De la misma forma, los medicamentos biológicos por vía oral e intravenosa son una incorporación muy valorada para tratar este tipo de afecciones, dado que son proteínas que retardan o previenen la progresión de la enfermedad.

El “Mes de la concientización sobre el cáncer de la sangre” y el “Día Mundial de Concientización sobre el Linfoma” aparecen como iniciativa para que la sociedad reconozca rápidamente la sintomatología y pueda enfrentar esta afección con la mayor información posible.

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