Ahí está la gente de Greenpeace, que por su protesta contra la plataforma de Gazprom en el Ártico ruso, fue acusada de piratería y encarcelada durante meses. Lo cierto es que en los últimos tiempos la Tierra se ha enojado y lo que describimos más abajo es un sucinto panorama de cómo esta ira va “in crescendo”. También acercamos algunas propuestas–un poco realistas y un poco disparatadas– hechas por distintos científicos para enfrentar la situación.
No basta con poner buena cara al mal tiempo, hay que cambiar conductas sino inexorablemente cada vez estaremos peor. La mitad de los cambios climáticos producidos en los últimos años son provocados en buena medida por la acción humana. Sequías en Europa, inundaciones en Brasil y Austria, deshielos en el Ártico y una larga lista de catástrofes tuvieron el acento en el obrar de personas y gobiernos.
Durante el mes de abril, el IPCC –Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático- un organismo de la ONU que sigue de cerca los problemas ambientales, expresó en un documento que “sólo un gran cambio institucional y tecnológico e inversiones sustanciales” puede contener la subida de las temperaturas por debajo de los dos grados.
La mitad de los cambios climáticos producidos en los últimos años son provocados en buena medida por la acción humana
El informe advierte que el mundo ha tardado tanto en actuar contra el calentamiento global que tan sólo quedan 15 años para hacer ese esfuerzo intenso antes de que el cambio climático sea tremendamente costoso y sus consecuencias desastrosas.
Un trabajo que contó con la participación de 235 expertos afirmó que con la utilización de un gran abanico de medidas tecnológicas y cambios de acción sería posible “limitar el incremento de las temperaturas globales a dos grados por encima de los niveles preindustriales. Pero acota a continuación que “sólo un gran cambio institucional y tecnológico proporcionará una buena oportunidad de que el calentamiento global no exceda este límite”.
El mundo ha tardado en actuar contra el calentamiento global que tan sólo quedan 15 años antes de que el cambio climático sea costoso y sus consecuencias desastrosas
Qué dicen los expertos
Para el prestigioso científico alemán Ottmar Edenhofer, uno de los tres copresidentes del tercer grupo de trabajo del IPCC, el documento constituye un claro mensaje de la comunidad científica a los políticos: “Es necesario abandonar la inacción para evitar una interferencia peligrosa con el sistema climático”.
La utilización de un gran abanico de medidas tecnológicas y cambios de acción sería posible limitar el incremento de las temperaturas globales
Para los expertos, si la suba de la temperatura no se controla por debajo de los dos grados, el riesgo de que los cambios climáticos en el futuro todavía sean más virulentos es muchísimo mayor. Es necesario reducir la emanación de gases que provocan el famoso “efecto invernadero” sobre el planeta.
“Reducir el aumento de las temperaturas globales a los dos grados”, implica “bajar las emisiones de los gases que provocan el efecto invernadero entre un 40 y un 70% para mediados del siglo, y casi a cero para finales de siglo”, apunta el IPCC en su nota. “No podemos darnos el lujo de perder otra década”, explicó Edenhofer.
Se coincide en que existen diversas estrategias para abordar una política de reducción del incremento de la temperatura pero no se debe demorar más en su implementación. Estas políticas van desde la reducción de emisiones ligadas a la producción y consumo energético en todas las tareas humanas –transporte, industria, agricultura, vivienda, entre otras- hasta frenar la deforestación y fomentar la reforestación, así como un cambio en la conducta de las personas frente al medio ambiente.
Bajar las emisiones de los gases que provocan el efecto invernadero entre un 40 y un 70% para mediados del siglo, y casi a cero para finales de siglo
Vale la pena recordar que en un trabajo hecho por la investigadora Flore Vasseur sobre la base de un informe de la CIA norteamericana, hacía referencia a en los problemas climáticos de la región y sobre todo en el papel hegemónico de Brasil en el cuidado del ambiente.
Vasseur decía que un aspecto esencial será que Brasil evite la deforestación de la región Amazónica. Tiene el 20% de los recursos de agua dulce mundial, y la alteración del equilibrio en esa zona tendría efectos devastadores para la agricultura brasileña y para gran parte de la agricultura argentina. El trabajo hace especial hincapié en el riesgo creciente de la deforestación en esa región y la obligación de los gobiernos brasileros de impedir su incremento por el peligro de afectar drásticamente el equilibrio ambiental.