¿Es posible que una heladera notifique la fecha de vencimiento de los alimentos? ¿O el cepillo de dientes alerte ante la aparición de caries? ¿Puede ocurrir que la cafetera prepare el café predilecto de cada integrante de la familia, y el lavarropas avise que no es el mejor momento para lavar ya que el pronóstico anuncia lluvia y la ropa no se secará fácilmente? ¿Un cinturón puede ser capaz de medir el Índice de Masa Corporal (IMC) y señalar que es necesario empezar una dieta?
Estos interrogantes pueden ser fácilmente respondidos, ya que gracias a la llamada “Internet de las cosas” o “Internet de los objetos” (IoT, por sus siglas en inglés), los artefactos del hogar, y de cualquier ámbito, podrán tomar partido en todo tipo de tareas. Este concepto nació en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, y se trata de una revolución en el vínculo entre los objetos y las personas. Incluso entre los mismos objetos, que se conectarán entre ellos en red y ofrecerán datos en tiempo real.
La conectividad será tal que podrá alcanzar a los autos, los edificios, los semáforos, las cámaras de seguridad, los sensores de humo, los puentes, las vías del tren, e innumerables elementos o servicios que constituyan a una ciudad entera.
Para 2020 se estima que entre 22 mil y 50 mil millones de dispositivos se conectarán a Internet
A través del sistema RFID (Radio Frequency Identification, por sus sigla en inglés «identificación por radiofrecuencia»), bastará con integrar un chip de pocos milímetros en cualquier objeto del hogar, del trabajo, o de la ciudad, para procesar y transmitir información constantemente. Para 2020, se estima que entre 22 mil y 50 mil millones de dispositivos se conectarán a Internet con el fin de proporcionar a los ciudadanos una serie de servicios y aplicaciones inteligentes sin precedentes.
Acorde a los datos brindados por la International Data Corporation (IDC), en 2014 se registraron más de 30 millones de cosas conectadas. A su vez, los próximos cinco años se encontrarán con 25 mil millones de objetos comunicados entre sí, según el estudio Technology Landscape 2020 realizado por la corporación multinacional Citrix Systems.
Para Hans Vestberg, CEO de Ericsson, las repercusiones serán considerables, dado que “si una persona se conecta a la red, le cambia la vida. Pero si todas las cosas y objetos se conectan, es el mundo el que cambia”.
Según IDC, en 2014 se registraron más de 30 millones de cosas conectadas
¿La salud también?
Sin embargo, el IoT ¿resulta aplicable al ámbito sanitario? Desde dispositivos de análisis clínicos y diagnóstico por imágenes, o accesorios que ayudan a medir el ritmo cardíaco, nivel de colesterol, presión arterial, temperatura corporal y nivel de calorías quemadas durante el ejercicio, hasta soluciones “máquina a máquina” que permiten a los doctores poder monitorear de forma remota a sus pacientes, gracias a una interconexión de tecnologías que registran todos sus índices de salud; forman parte una irrefrenable tendencia a nivel mundial.
Concretamente el IoT ayuda al sector de la salud en la consolidación de dos objetivos: el seguimiento de los pacientes y el control sobre su entorno; y la creación de sistemas de seguimiento para el momento en que el paciente ya abondonó el centro de salud.
El 79% de los individuos están interesados en el uso de dispositivos móviles para la salud
También, con la colaboración de objetos conectados a Internet, el trabajo del personal médico calificado puede volverse mucho más preciso, además de facilitar la gestión de los hospitales y mejorar el bienestar de los pacientes.
Monitorización continua del paciente
Según la Mobile World Capital de Barcelona, “las herramientas de las operaciones diarias de un hospital que facilitan el monitoreo inteligente representan un avance importante para la profesión, como también los dispositivos conectados hacen posible el seguimiento de las situaciones de los pacientes, en detalle y en tiempo real”.
Sin embargo, estas formas de atención son incompletas si los pacientes no reciben atención después de salir de sus instalaciones médicas, especialmente cuando tienen enfermedades crónicas ¿Cómo se puede asegurar que los pacientes continúen tomando sus medicamentos?
Al momento de recibir el alta, llevar consigo estos dispositivos conectados equivale a la prevención de nuevas enfermedades o recaídas y alertas médicas en caso de arritmias o los primeros síntomas de problemas cardíacos.
El big data permite un mejor diagnóstico y la realización de predicciones
En este punto, la medicina del mañana es inconcebible sin Internet y las nuevas tecnologías. Las tendencias conducen a una sociedad monitorizada y conectada mediante artefactos cómodamente utilizables, que pronto se convertirán en parte de la vida de los pacientes, que buscan una sustancial mejora de su calidad de vida.
Entre los avances más novedosos se encuentra la nanotecnología, un tipo de tecnología que se dedica al diseño y manipulación de la materia a nivel de átomos o moléculas, con fines industriales o médicos; el big data, que permite un mejor diagnóstico y la realización de predicciones; y las aplicaciones wearables, un conjunto de aparatos y dispositivos electrónicos que se incorporan en alguna parte de nuestro cuerpo interactuando continuamente con el usuario y con otros dispositivos para ejecutar alguna función específica. Relojes inteligentes o smartwatchs, zapatillas de deportes con GPS incorporado y pulseras que monitorizan nuestro estado de salud, son ejemplos de este tipo de tecnología.
En tanto, el IoT, entendido como un conglomerado de dispositivos móviles y de control con acceso a Internet, halló su lugar en la industria de la salud. Los proveedores y desarrolladores indagan soluciones de gestión de la salud de la población, especialmente en la mejora de las estrategias para la atención de enfermedades crónicas. Los datos generados remotamente por estos dispositivos, junto con los registros electrónicos de pacientes que padecen dichas enfermedades, simbolizan un cambio para la salud de la población en todas las etapas de su hospitalización o consulta médica.
En este sentido, el Internet de las cosas tiene un gran potencial como herramienta para la seguridad del paciente, ya que dichos instrumentos se instalan en su casa, junto a la cama o en sus muñecas, a fin de asegurar que sus cuidadores puedan estar continuamente informados acerca de su recuperación.
Casos alrededor del mundo
La IoT ya se implementó en diversos centros de salud del mundo. Tal es el caso del Hospital Infantil de Miami, el primero en integrar un centro de telemedicina que brinda apoyo clínico a distancia en lugares como Kiev (Ucrania), Quito (Ecuador), Lima (Perú) y República Dominicana.
A través de un equipo médico interconectado a Internet, se puede obtener un diagnóstico que permite enviar información en tiempo real, no sólo en videoconferencia, sino también con la transmisión de imágenes en alta definición, y los sonidos de un estetoscopio conectado a través de Bluetooth. Además, cuentan con un centro de mando que permite monitorear equipos remotos de diagnóstico que brindan asistencia básica en otras locaciones.
Esta clínica también incluye siete cabinas aisladas para que un médico pueda otorgar una consulta a distancia y visualizar estudios de radiología. Asimismo, para los niños internados existe una aplicación que les explica acerca del tratamiento que están recibiendo y, a partir de juegos o videos, puedan tener una mejor comprensión del motivo de su internación. Incluso un sistema de video portátil permite que los médicos puedan realizar visitas remotas a sus pacientes y que puedan interactuar constantemente.
En 5 años se encontrarán 25 mil millones de objetos comunicados entre sí, según Citrix
En el centro Ochsner de Louisiana, Estados Unidos, se utiliza un reloj de Apple y Apple HealthKit, junto con monitores de presión arterial inalámbricos apoyados en su sistema de Historia clínica (HIS), para ayudar a los pacientes en el control de su hipertensión de forma remota. “Por lo general, los pacientes con hipertensión ven a su médico un par de veces al año. Ahora, estamos ofreciendo una nueva forma de cuidado de pacientes con enfermedades crónicas en la que podemos comunicarnos con el paciente con más frecuencia y de manera más personalizada”, aseguró Richard Milani, Jefe de Transformación Asistencial en el Ochsner Health System. Dicha información, obtenida de pacientes anónimos, se sube a la nube y puede ser utilizada para construir modelos que ayuden a diagnosticar la enfermedad de Parkinson, controlar el asma, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Asimismo, en otros sanatorios se utilizan camas inteligentes que se ajustan automáticamente para proporcionar la presión y el apoyo que necesita el paciente, sin la necesidad de enfermeras para llevar a cabo acciones manuales. En esos mismos lugares, la IoT también hace posible el control de las temperaturas de las diferentes áreas, y documenta la ubicación de equipos médicos de una manera totalmente centralizada.
Por otro lado, en un reciente estudio de pacientes diabéticos se mostró el potencial de los dispositivos de vigilancia domiciliaria. Dichos usuarios utilizaron elementos de medición de presión arterial y glucosa en la sangre conectados a Internet, los cuales transmitieron información sobre la medicación que tomaban. Los suscriptores a este sistema determinaron que los equipos eran fáciles de usar y útiles para su cuidado, y mejoraban la capacidad de gestión de su enfermedad. En tanto, el personal asistencial encontró que los resultados fueron beneficiosos para el control y seguimiento de sus pacientes, y de esta manera, se solicitó la integración de los datos en las historias clínicas.